
El Proyecto Ultra-E nace de la alianza de varios actores, entre ellos fabricantes como el grupo Volkswagen, BMW, Renault o Magna, entre otras compañías como Allego. Esta asociación tiene por objetivo crear una red de puntos de carga ultrarrápida, de hasta 350 kW, en Europa.
Su despliegue arrancaría en 2018, con la instalación de 25 puntos de recarga distribuidos en países como Austria, Alemania, Bélgica y Holanda.
No existen coches capaces de utilizar Ultra-E
En la actualidad, los coches que permiten una potencia de carga más alta son los Tesla, con una potencia de 120 kW. Es decir, no existe en estos momentos ningún vehículo eléctrico que esté preparado para utilizar una potencia tan alta como la que se suministrará desde los puntos de carga Ultra-E.
Se trata de un sistema que funciona mediante cables (HUBER+SUHNER) especialmente refrigerados, capaces de gestionar más de 400 kW y 400 Ah en turismos, y hasta 630 Ah en vehículos industriales. La idea es crear la red de recarga mientras no aparecen coches capaces de recargar sus baterías con esta potencia.
La previsión es que empiecen a aparecer coches eléctricos capaces de utilizar el sistema de Ultra-E en 2018. Mientras que para esa fecha ya deberían estar instalados y operativos los 25 puntos de Ultra-E antes mencionados.

Con un coche preparado para recargar sus baterías en Ultra-E se podrían recorrer 300 km, con tan sólo 20 minutos de conexión. El proyecto Ultra-E tiene previsto arrancar con 13 millones de euros, de los cuales la mitad serán financiados por la Unión Europea.
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